NIÑOS, ÓRDENES Y LÍMITES

Hace poco, charlando con un papá de una nena de diez años, este se quejaba de cómo su hija no le hacía caso y de cómo le costaba ponerle límites. Le pedí que me mostrara cómo hacía para darle las órdenes y ponerle límites y resultó que él le daba muchas explicaciones, como si tuviera miedo de usar su autoridad paterna, y así, embarullados entre palabreríos y discusiones, él abandonaba sus intentos y la nena terminaba haciendo lo que ella quería. Y casualmente, esa actitud débil para poner límites, también la llevaba a su trabajo con sus subordinados, no consiguiendo los resultados que buscaba. Observamos qué le pasaba a él con los límites, qué hacía o había hecho las veces que le habían puesto límites a él o cómo se había sentido las veces que no había podido hacer lo que quería. Y también observamos su voz y su postura corporal, muy poco convincentes a la hora de poner orden y límites. El orden y la aceptación de los límites son necesarios para la convi...