DECILE BASTA AL PERFECCIONISMO – 1ª parte. Por Lucila Barbero
Julia Cameron, en su libro El camino del Artista, dice que el PERFECCIONISMO no tiene nada que ver con hacer las cosas bien, ni con mejorarlas, ni con la exigencia. El perfeccionismo es rehusar seguir adelante. Es una especie de lazo, un sistema cerrado obsesivo y debilitante que te atrapa en los detalles de lo que estás escribiendo, pintando o haciendo y perdés la perspectiva de la totalidad. En vez de crear libremente y permitir que los errores den lugar a revelaciones posteriores, a menudo nos limitamos a corregir los detalles. No existen borradores o ejercicios de precalentamiento para el perfeccionista; cada bosquejo debe ser perfecto, listo para la imprenta. El perfeccionista nunca está satisfecho, jamás dice: “Esto está bastante bien, creo que seguiré adelante”. Reduce la originalidad a una uniformidad que carece de pasión y de espontaneidad. El perfeccionista corrige una y otra vez. El perfeccionista escribe, pinta, crea con un ojo puesto en la audiencia; en vez