RELAJATE prestándole ATENCIÓN PLENA a tu RESPIRACIÓN



      Hoy quiero compartir con todos Uds. un ejercicio muy simple pero súper efectivo de una disciplina que se llama Mindfulness, Conciencia Plena o Atención Plena. Nos servirá para tranquilizarnos, centrarnos y recuperar nuestro equilibrio. Se puede hacer varias veces por día y sólo lleva unos minutos hacerlo. Comenzarás este ejercicio dedicando unos instantes a tranquilizarte y acomodarte en el lugar que estás sentado y darte las gracias por permitirte este tiempo para relajarte con tu respiración.
Para comenzar, tomá una inspiración profunda y cerrá  los ojos. Ahora prestá atención a la parte del cuerpo en la que sientas más claramente la respiración. Tal vez sea en las fosas nasales o en el cuello. Tal vez  en el pecho o en el abdomen o tal vez en cualquier otro lugar. Sentí dónde.
Al inspirar sé consciente de la entrada del aire. Y al espirar, de la salida del aire.
Sencillamente sé consciente de tu respiración, del aire que entra y que sale de tus pulmones.
No necesitás visualizar nada, ni imaginar la respiración, ni contar. Simplemente permanecé atento a la entrada y a la salida del aire. Sin juzgar, observá el flujo y reflujo de tu respiración moviéndose a un ritmo semejante al de las olas del mar. No tenés que ir a ninguna parte, no tenés que hacer nada, solamente estar aquí y ahora, sintiendo la respiración, sintiendo cada inhalación y luego la exhalación.
Mientras respirás, permanecé atento al ascenso que acompaña a la inspiración y al descenso que acompaña a la espiración. Instante tras instante, cabalgá en las olas de la respiración, inspirando y espirando, inspirando y espirando.
Tal vez adviertas, de vez en cuando, que tu atención se aleja de la respiración. Date cuenta de adónde se va y sin juzgar, traela de nuevo aquí, a tu respiración.
Respirá de manera natural, sin manipular tu respiración de ningún modo, simplemente sé consciente del vaivén de tu respiración.
Y así, prestando atención al aire que entra y que sale, vamos llegando al final de este ejercicio. Antes de abrir los ojos, date las gracias por haberte permitido este tiempo para estar con vos. Podés estar en paz… Todos podemos estar en paz…

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