¿Mente alerta o relajada? ¿Cómo influye lo que comemos?
Independientemente
de cuál sea nuestra profesión, muy probablemente la gestión de información
constituya una parte importante de nuestro trabajo cotidiano. Nuestra
herramienta principal es el cerebro y, así como un atleta se entrena para
rendir mejor, nosotros nos tenemos que entrenar para dominar nuestro entorno
informativo logrando mantener nuestro cerebro en una situación de máxima
disponibilidad.
Los alimentos
inciden en la producción de compuestos químicos en el cerebro, y estos, a su
vez, inciden directamente en el estado de ánimo, la energía mental, el
rendimiento y la conducta. Los alimentos son vigorizantes o relajantes
en función de los componentes químicos específicos que el cerebro elabora a
partir de ellos.
Los
neurotransmisores, o sea, los componentes químicos que transmiten los mensajes
de una neurona a otra en el cerebro, son los responsables de nuestra sensación de calma o de agudeza mental. Veamos algunos: la dopamina y la norepinefrina, provocan agudeza
y una actitud mental vigorosa. Cuando el cerebro las está
produciendo, tendemos a pensar con mayor rapidez, a sentirnos más motivados y
activos y a estar más alerta
mentalmente. Por otra parte, la serotonina resulta más tranquilizadora y hace al cerebro
menos activo. Cuando el cerebro la está produciendo, estamos más relajados,
funcionamos a un ritmo más lento y tenemos mayor capacidad para concentrarnos y
disminuyen las sensaciones de opresión, tensión y ansiedad. El cerebro produce estos neurotransmisores a
partir de los aminoácidos de las proteínas. De estos aminoácidos, la tirosina,
es el principal ingrediente de la dopamina y la norepinefrina, y el triptófano,
el de la serotonina. Veamos qué nos conviene comer ante las diferentes
circunstancias:
Para la agudeza mental: Comer algún alimento proteínico solo o con hidratos de carbono:
Pescado, pollo y carne vacuna magra. Productos lácteos descremados. Lentejas,
arvejas. Tofu. Huevos. Cereales, semillas y nueces.
Para la relajación:
Comer sólo hidratos de carbono sin proteínas: Hidratos de carbono compuestos (féculas):
pan; pasta; papas; arroz; otros cereales: polenta, avena. Hidratos de carbono
simples (azúcares): caramelos; galletitas, pasteles, tartas y bebidas sin
alcohol.
¡Atención! La
ingestión de azúcares simples puede dar una sensación de aumento de energía,
pero luego tiene un efecto rebote de nerviosismo y ansiedad, así que no
constituyen un alimento adecuado para alcanzar el punto máximo de la
inteligencia. Tampoco es conveniente la ingestión de grasas porque tardan mucho
en desintegrarse, y necesitan que la sangre sea desviada del cerebro al proceso
digestivo, lo cual provoca un enlentecimiento de los procesos mentales,
embotamiento, letargo e incluso sueño, sin mencionar los efectos nocivos a
largo plazo, por ejemplo, en el aparato
circulatorio, que obstruido por el colesterol acumulado en las arterias,
limitaría el suministro de oxígeno al cerebro y reduciría la cantidad de
serotonina, norepinefrina y dopamina.
Y OJO con el alcohol,
la cafeína y el tabaco. El alcohol
incapacita al intelecto, entorpece el discernimiento y las aptitudes para
resolver problemas, y deteriora las funciones más fundamentales, como el
equilibrio y la coordinación, además de tener un efecto destructivo de la
memoria. La cafeína da un estado de
agudeza mental y puede paliar la somnolencia, pero a la larga disminuye el
flujo de sangre al cerebro y deteriora la memoria. No es aconsejable tomar más
de 500 ml por día, ya que puede producir adicción. También es conveniente
reducir el consumo de bebidas sin alcohol que contengan cafeína, el té y los
analgésicos y pastillas para adelgazar
con cafeína. Y el tabaco disminuye
la cantidad de oxígeno vital que llega al cerebro, perjudicando la percepción
sensorial y el funcionamiento mental en el procesamiento de información, la
comprensión y resolución de problemas y el pensamiento crítico, además de
generar los bien conocidos riesgos graves para la salud en general.
Para pensar con qué alimentamos nuestro
cuerpo, no? ¿Cómo te resulta saber esto? Aprender qué pasa con la alimentación
en nuestro cerebro es una de mis Herramientas
de Avanzada para el Aprendizaje. Los exámenes se aproximan… ¿Qué te parece
aprender esta y muchas otras herramientas más? Consultame!
¡A tu bienestar!
Artículo publicado en el Suplemento del Vecino del diario La Auténtica Defensa de la ciudad de Campana, Buenos Aires, Argentina, el 15/6/13.
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