TIPS DE RESPIRACIÓN Y RELAJACIÓN PARA LA ANSIEDAD por Lucila Barbero

      Hoy comparto con Uds el tercero de la serie de tres artículos con recomendaciones generales sobre la ansiedad. Si te perdiste los dos anteriores, podés leerlos haciendo click aquí: Tips para aliviar tu ansiedad y Tips para cambiar tu actitud frente al pánico .
En  ellos hablamos de la importancia de la respiración para manejar la ansiedad. Cada vez que detectes que estás respirando rápida y superficialmente, intentá hacer más lento tu ritmo respiratorio. Recordá que al corregir tu modo de respirar, tu mente subconsciente irá automatizando nuevas conductas y hábitos que contribuirán a aliviar tu ansiedad.  Para ello comenzá por practicar la llamada:

RESPIRACIÓN PROFUNDA O DIAFRAGMÁTICA: inspirá el aire lentamente por la nariz y sin pausa, exhalá lentamente por la boca, como si estuvieras soplando, entreabriendo algo tus labios. Repetí este ejercicio durante varios minutos, hasta calmarte. Si lo hacés correctamente, notarás que tu abdomen se expande al inhalar y se achata al exhalar.

ATENCIÓN: si al respirar lo que se mueve son solo tu pecho, tus costillas, tu respiración es torácica o superficial y si su ritmo es rápido puede producirse la hiperventilación, un síndrome frecuente en las personas ansiosas, causante de una serie de síntomas desagradables, como mareos, hormigueos en manos y pies, temblores, y calambres musculares, porque se desequilibran las cantidades de oxígeno y anhídrido carbónico necesarias para el correcto metabolismo del cuerpo.
Dedicá todos los días un rato a aprender y automatizar la respiración profunda. Practicala primero en un lugar tranquilo, cerrando los ojos e imaginándote que estás en un paisaje o lugar de tu preferencia, uno que te resulte particularmente relajante. Luego comenzá a hacerlo durante el día, cuando sientas que tu ansiedad está creciendo sin control. Verás que te es muy útil para aliviar la tensión y la ansiedad.

RELAJACIÓN: Es común que las personas con diversos trastornos ansiosos presenten contracturas de larga data en diversos músculos, sobre todo en los de la espalda, cuello, nuca, rostro y mandíbula.  Para relajarlos rápida y eficazmente, tensá cada grupo muscular de 5 a 7 segundos y luego relajalos alrededor de 10 segundos, acompañando todo con un ritmo de respiración lento y profundo, aprovechando cada exhalación para relajarte un poco más. Comenzá tensando los brazos y las manos, luego el cuello y los hombros, luego los músculos de la cara, los del pecho y abdomen y los de las piernas y pies para terminar. Acordate: Respirar lenta y profundamente es la clave de una buena relajación. Y un último tip: repetite a vos mismo palabras como “Relax…” “Calmate…” “Aflojate…” mientras exhalás y te relajás.

¿Te gustaría aprender estos y muchos otros ejercicios para tu bienestar en forma personalizada o en grupo? Podés tomar mis programas “Herramientas para el manejo de la ansiedad y el estrés” o “Volver al Centro”. No dudes en consultarme.
¡Siempre por tu bienestar!

Lic. Lucila Barbero de Bermúdez
Coach Ontológico Profesional
EsPACio PAC – Calidad de Vida


Este artículo fue publicado en La Columna del Bienestar del Suplemento del Vecino, del diario La Auténtica Defensa de la ciudad de Campana, Buenos Aires, Argentina, el sábado 5 de abril de 2014.

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